El pasado 17 de julio se conmemoraron 300 años del fallecimiento del Padre Juan María de Salvatierra, destacado ícono de la historiografía del estado y del noroeste del país. Hijo de padre español y de madre italiana, decidió emprender el camino eclesiástico a los 17 años dentro de la Compañía de Jesús, lo cual lo llevó a México en 1675 para dar inicio a una de las obras misionales más importantes de la Alta y Baja California: la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó.
Al respecto, el Dr. Francisco Ignacio Altable Fernández, profesor-investigador del Departamento Académico de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, habló sobre algunos aspectos de su vida.
“Salvatierra, italiano nacido en Milán, era un hombre muy emprendedor, muy devoto y muy preparado. Fue teólogo y dominó diversos idiomas, entre ellos el latín, el italiano, el español, el náhuatl, con cierta soltura, y es probable que también practicara algunos de los dialectos cochimíes”, destacó el catedrático en la entrevista.
Aseguró que junto con Eusebio Francisco Kino, el Padre Salvatierra fue uno de los principales promotores del establecimiento de misiones en la California de manera exitosa. Antes de que ambos hablaran sobre la posibilidad de fundar estas misiones en la península, habían pasado 170 años de fracasos por parte de la corona española, en su intento por establecer asentamientos permanentes, dijo.
“En parte, este fracaso se debió a diversas razones. Algunas veces privó más el interés de lucro que una genuina disposición por establecerse en el sitio. También por las condiciones físicas de la península: la lejanía, el aislamiento y, de manera particular, por las condiciones culturales de los indios californianos que no practicaban la agricultura, lo cual dificultaba que los españoles se mantuvieran por la escasez de alimento”.
Fue durante uno de sus viajes como Visitador de las misiones de Sonora y Sinaloa, un cargo que le había otorgado la corona debido a su gran labor religiosa, que entraría en contacto con Kino. Ambos se pusieron de acuerdo para realizar los preparativos iniciales de una posible expedición a la California; Kino se quedaría en la región, y Salvatierra regresaría a la Ciudad de México para realizar los trámites de la expedición, explicó el Dr. Altable.
“Tras haber expuesto el plan misional, el Virrey de la Nueva España, el Conde de Moctezuma, da la autorización de entrada con la condición de que la expedición no genere gasto alguno para la corona española. Sin embargo, a pesar de ello, en ese momento, Eusebio Kino no puede venir a la California debido a una rebelión que se da en Chihuahua y el virrey le ordena que permanezca para evitar que se extienda”.
Según lo expuesto por el investigador de la UABCS, en 1667, después de haber llegado a San Bruno, el Padre Juan María de Salvatierra y el pequeño grupo que lo acompañaba, deciden quedarse en un paraje hacia el sur. Ahí establecieron un mero campamento con ramas y palos, o quizá con lonas que traían.
Lo interesante, de acuerdo con el Dr. Francisco Altable, es que ese establecimiento tan precario, terminaría por convertirse en el primer sitio permanente español de la California, y que además fue el inicio de la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó, que funda las bases del actual poblado.
Ante la pregunta de si existen testimonios o relatos sobre su trabajo en la California, el catedrático universitario indicó que sí; hay una serie de cartas que el Padre Salvatierra escribe para dar testimonio de lo sucedido.
“Lo particular de ellas, como dice el propio Ignacio del Río, quien hace un par de años atrás escribió un libro editado por la UABCS junto con Luis González Rodríguez, titulado La fundación de la California jesuítica: siete cartas de Juan María de Salvatierra S. J. (1697-1699), es que más que cartas, son una especie de crónicas, en las que, de manera muy de tallada y cronológica, se explica el proceso de establecimiento de Loreto. Desde cómo viene él de la Ciudad de México, las cosas que tuvo que hacer, sus pláticas con el Padre Kino, la navegación rumbo a San Bruno y el proceso de fundación de Loreto”, finalizó Francisco Altable.
El Dr. Francisco Altable habló sobre el Padre Salvatierra, a 300 de la muerte de uno de los más importantes íconos de la historiografía del estado y del noroeste del país, fundador de la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó.
Al respecto, el Dr. Francisco Ignacio Altable Fernández, profesor-investigador del Departamento Académico de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, habló sobre algunos aspectos de su vida.
“Salvatierra, italiano nacido en Milán, era un hombre muy emprendedor, muy devoto y muy preparado. Fue teólogo y dominó diversos idiomas, entre ellos el latín, el italiano, el español, el náhuatl, con cierta soltura, y es probable que también practicara algunos de los dialectos cochimíes”, destacó el catedrático en la entrevista.
Aseguró que junto con Eusebio Francisco Kino, el Padre Salvatierra fue uno de los principales promotores del establecimiento de misiones en la California de manera exitosa. Antes de que ambos hablaran sobre la posibilidad de fundar estas misiones en la península, habían pasado 170 años de fracasos por parte de la corona española, en su intento por establecer asentamientos permanentes, dijo.
“En parte, este fracaso se debió a diversas razones. Algunas veces privó más el interés de lucro que una genuina disposición por establecerse en el sitio. También por las condiciones físicas de la península: la lejanía, el aislamiento y, de manera particular, por las condiciones culturales de los indios californianos que no practicaban la agricultura, lo cual dificultaba que los españoles se mantuvieran por la escasez de alimento”.
Fue durante uno de sus viajes como Visitador de las misiones de Sonora y Sinaloa, un cargo que le había otorgado la corona debido a su gran labor religiosa, que entraría en contacto con Kino. Ambos se pusieron de acuerdo para realizar los preparativos iniciales de una posible expedición a la California; Kino se quedaría en la región, y Salvatierra regresaría a la Ciudad de México para realizar los trámites de la expedición, explicó el Dr. Altable.
“Tras haber expuesto el plan misional, el Virrey de la Nueva España, el Conde de Moctezuma, da la autorización de entrada con la condición de que la expedición no genere gasto alguno para la corona española. Sin embargo, a pesar de ello, en ese momento, Eusebio Kino no puede venir a la California debido a una rebelión que se da en Chihuahua y el virrey le ordena que permanezca para evitar que se extienda”.
Según lo expuesto por el investigador de la UABCS, en 1667, después de haber llegado a San Bruno, el Padre Juan María de Salvatierra y el pequeño grupo que lo acompañaba, deciden quedarse en un paraje hacia el sur. Ahí establecieron un mero campamento con ramas y palos, o quizá con lonas que traían.
Lo interesante, de acuerdo con el Dr. Francisco Altable, es que ese establecimiento tan precario, terminaría por convertirse en el primer sitio permanente español de la California, y que además fue el inicio de la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó, que funda las bases del actual poblado.
Ante la pregunta de si existen testimonios o relatos sobre su trabajo en la California, el catedrático universitario indicó que sí; hay una serie de cartas que el Padre Salvatierra escribe para dar testimonio de lo sucedido.
“Lo particular de ellas, como dice el propio Ignacio del Río, quien hace un par de años atrás escribió un libro editado por la UABCS junto con Luis González Rodríguez, titulado La fundación de la California jesuítica: siete cartas de Juan María de Salvatierra S. J. (1697-1699), es que más que cartas, son una especie de crónicas, en las que, de manera muy de tallada y cronológica, se explica el proceso de establecimiento de Loreto. Desde cómo viene él de la Ciudad de México, las cosas que tuvo que hacer, sus pláticas con el Padre Kino, la navegación rumbo a San Bruno y el proceso de fundación de Loreto”, finalizó Francisco Altable.
El Dr. Francisco Altable habló sobre el Padre Salvatierra, a 300 de la muerte de uno de los más importantes íconos de la historiografía del estado y del noroeste del país, fundador de la Misión de Nuestra Señora de Loreto Conchó.