En su primer año al frente de la EPA, también ha protagonizado escándalos como el uso de vuelos en primera clase y naves militares, así como frecuentes viajes a su estado de residencia, Oklahoma.
El Administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Scott Pruitt, violó la ley al encargar la construcción de una cabina de teléfono insonorizada para su oficina por un costo de 43,000 dólares, informó hoy la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO).
Pruitt supuestamente incumplió las normas al ordenar la instalación de ese locutorio para mantener conversaciones de manera segura, tal y como concluye un informe publicado hoy por la GAO.
La oficina federal explicó que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) infringió la ley que obliga a notificar al Congreso cualquier gasto destinado a reformar la oficina de un cargo político por una cantidad superior a 5,000 dólares.
"Concluimos que la EPA violó la sección 710 (de la Ley de Asignaciones de Servicios Financieros y de Gobierno General) cuando cargó 43,238.68 dólares para la instalación de una cabina privada a prueba de sonido sin notificar por adelantado a los comités de asignaciones de la Cámara de Representantes y el Senado", dijo la GAO.
También incumplió la Ley de Antideficiencia debido a la forma en la que recurrió a los fondos necesarios para acometer la obra.
La oficina también se hizo eco de los argumentos de la EPA para instalar el teléfono, ya que -según subrayaron- el teléfono "no podía estar simplemente en una sala de conferencias o en el escritorio de una oficina”.
"No solo le permite al administrador hacer y recibir llamadas para discutir información sensible, sino que también le permite usar ese área para hacer y recibir llamadas clasificadas (hasta el más alto nivel de confidencialidad) relativas a la dirección de la agencia", incidió la EPA.
El posicionamiento llegó en un momento en el que Pruitt está siendo investigado por el inspector independiente de su agencia y por la Casa Blanca por diferentes prácticas controvertidas como jefe de la agencia.
Entre las acciones polémicas realizadas por el jefe de Medioambiente se encuentra el alquiler de un apartamento por debajo del precio de mercado y cuya propiedad correspondía a la mujer del presidente de un grupo de presión del sector de los combustibles fósiles, una industria regulada por la agencia que dirige.
También han copado los titulares en las últimas fechas las subidas salariales realizadas de forma opaca a dos de sus altos cargos cuando los incluyó en una ley de agua potable después de que la Casa Blanca rechazara los aumentos, aunque Pruitt ha asegurado que no tenía conocimiento de los mismos.
En su primer año al frente de la EPA, también ha protagonizado escándalos como el uso de vuelos en primera clase y naves militares, así como frecuentes viajes a su estado de residencia, Oklahoma.