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    miércoles, 7 de febrero de 2018

    El principal peligro para la economía española no es Cataluña, sino el consumo de los hogares

    El gasto de los consumidores ha sido una de las claves de la recuperación económica española, y quizás este indicador esté a punto de cambiar y poner en peligro el crecimiento de la cuarta economía de la Eurozona. Una inflación levemente más alta y unos salarios estancados pueden deteriorar el gasto en consumo de los hogares, el pilar del crecimiento económico en España.
    El giro de la economía del país comenzó en 2014, con un mercado de trabajo que mejoraba y una inflación a la baja, los hogares comenzaron a incrementar el gasto, generando años de crecimiento de la demanda. Esto, junto con el buen comportamiento del sector exterior, ha permitido que la economía española crezca a un ritmo del 3%.

    Cataluña no, el consumo

    Pero en este momento hay indicios de que el gasto podría enfriarse. Esto evidencia que Cataluña no es el mayor riesgo para la economía española, sino el deterioro del gasto en consumo de las familias. La salud financiera de los compradores es muy importante.
    El consumo privado continúa siendo el mayor componente del producto interior bruto, puesto que representa más de la mitad de la producción total.
    "Algunos vientos de cola están amainando", comenta Ángel Talavera, economista principal de Oxford Economics en Londres. "El ritmo de creación de empleo bajará a medida que la tasa de desempleo logra su equilibrio, los salarios han permanecido estancados y la tasa de ahorro para las familias está cercana de mínimos históricos".
    Talavera predice, no obstante, que el crecimiento alcanzará así y todo el 2,8% este año, superando la estimación más moderada de 2,4% del Fondo Monetario Internacional.
    Las ventas minoristas en enero no alcanzaron las estimaciones y el crecimiento se frenó en el cuarto trimestre del año pasado. La cifra es preliminar, pero un informe completo que se dará a conocer en marzo dará más pistas sobre el estado de la recuperación.
    Como los salarios se mantienen sin cambios, los consumidores ahorran menos y encuentran menos razones para salir a gastar. La inflación, pese a seguir siendo moderada, también ha subido desde los niveles bajísimos de hace tres años.
    Esto significa que la economía probablemente necesite más la inversión y las exportaciones aporten más combustible para mantener el ritmo, pero eso podría ser bastante más difícil de lograr, dice Talavera.
    Fuente: eleconomista
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