Estados UNIDOS.- ZTE, el gigante chino de telecomunicaciones, aceptó pagar una multa de 1.200 millones de dólares a Estados Unidos por haber exportado a Irán y Corea del Norte transgrediendo sanciones internacionales, dijeron el martes autoridades estadounidenses.
La multa a ZTE es la mayor que ha aplicado Estados Unidos en un caso de control de exportaciones, dijeron funcionarios. La empresa pagará 892 millones de dólares en tanto que otras penalidades por 300 millones de dólares quedaron suspendidas por siete años.
ZTE también se declaró culpable de tres cargos; incluido el de obstrucción de la justicia por esconder información a los investigadores estadounidenses, informaron funcionarios. Ese acuerdo está sujeto a la aprobación de una corte.
Desde enero de 2010 hasta marzo de 2016 ZTE envió a Irán equipamientos estadounidenses para redes de telefonía celular por un monto de 32 millones de dólares. Asimismo, en ese período realizó 283 embarques de teléfonos celulares a Corea del Norte con pleno conocimiento de las autoridades de la empresa, dijeron funcionarios estadounidenses a la prensa.
La investigación, iniciada durante el mandato de Barack Obama involucró a los ministerios de Justicia, Comercio y Tesoro.
“Le estamos diciendo al mundo: se terminaron los juegos”, dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross en un comunicado.“Quienes desacaten nuestras sanciones económicas y normas sobre control de exportaciones, no saldrán impunes. Enfrentarán las más severas consecuencias”, afirmó.“Con el liderazgo del presidente Trump aplicaremos agresivamente las políticas comerciales con el doble objetivo de proteger a la seguridad estadounidenses y a los trabajadores estadounidenses”, añadió Ross
Los privilegios a las exportaciones de ZTE, la mayor compañía de telecomunicaciones de China y la cuarta del mundo- serán denegados por siete años “si algo de este acuerdo no se cumple”, dice el comunicado.
La compañía aceptó operar durante tres años bajo vigilancia y someterse a un programa permanente de monitoreo corporativo que implicará “gran acceso” a los registros de la empresa.