Luis Videgaray durante su comparecencia ayer ante diputados Foto Francisco Olvera |
México no aceptará cualquier tipo de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), preferimos abandonarlo antes, y si el gobierno de Donald Trump insiste en erigir un muro, no nos vamos a quedar de brazos cruzados, afirmó ayer el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, ante diputados.
Explicó que el gobierno mexicano no ha iniciado ninguna acción jurídica porque el muro no se ha construido. Esto no quiere decir que no estemos preparando la defensa jurídica; destinamos recursos humanos de la cancillería para prevenir los diferentes escenarios, incluyendo la revisión de todos y cada uno de los tratados internacionales, empezando por el ominoso tratado de Guadalupe de 1948, informó.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, indicó que se analiza aplicar un cobro asociado al ingreso al país de turistas estadunidenses, y para ubicar el estado de la relación con Estados Unidos, expresó: hemos abierto todos los canales de comunicación; es activa y cercana, y estamos en proceso de construcción de acuerdos.
A las preguntas de los diputados respecto de si continuará la cooperación en materia de seguridad con Washington, informó que por ahora se mantendrá la que ya existe con la intervención de las áreas de seguridad, el Instituto Nacional de Migración, la Policía Federal y las fuerzas armadas, pero no estamos dispuestos a hacer o incrementar nuevos sistemas de coordinación.
Videgaray resaltó que la relación bilateral enfrenta circunstancias inéditas y reminiscencias de cosas que ocurrieron en el mundo hace unas décadas, y sostuvo que ante los agravios y políticas amenazantes de Trump a México, la política exterior del país se ha reorientado a dos pilares:
Luis Videgaray durante su comparecencia ayer ante diputadosFoto Francisco Olvera
Diversificar las relaciones, después de reconocer que México es un país latinoamericano con responsabilidades en Centroamérica, oportunidades en el Cono Sur y obligaciones morales en El Caribe. Además está el acercamiento con Europa y Asia, en este caso particularmente la asociación estratégica con China.
Expuso que si bien se busca una relación constructiva, de respeto y asociación, ésta se basa también en límites que no habremos de cruzar. Además, dijo, si bien es indiscutible que Estados Unidos es importante para México por los empleos y las remesas, México también los es para Estados Unidos.
Respecto del muro insistió en que se trata de una muy mala idea, porque lo terminaría pagando el consumidor estadunidense, además de que constituye un acto no amistoso, hostil y que difícilmente cumplirá con sus objetivos.
Afirmó que México sólo tendría capacidad jurídica para controvertir ante instancias internacionales la construcción de cualquier barrera física, si se erige en territorio estadunidense.
No obstante, sí podría recurrirse al derecho internacional de tener implicaciones al derecho ambiental, en materia de límites compartidos, violaciones a la propiedad privada, al derecho a la cultura y a la no discriminación, e incluso la distribución equitativa de aguas de los ríos Bravo y Colorado, pero todo ello se configuraría a partir del acto concreto de la construcción.