CIUDAD DE MÉXICO.- El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, expresó que la reciente alza en el salario mínimo podría generar ciertas presiones inflacionarias, aunque confió que éstas no descarrilen la tendencia a la baja en los precios.
Reconoció que sí hay un cierto rezago en salario mínimo, pero advirtió que un alza muy pronunciada puede tener efectos negativos.
La realidad es que para algunas empresas el aumento en el salario mínimo sí va a implicar un aumento importante en costos, y eso podría reflejarse en un aumento de diferentes precios.
Tenemos que estar conscientes que un salario mínimo muy alto desincentiva la creación de nuevos empleos sobre todo para los jóvenes y menos capacitados”, recalcó.
Crecimiento y TLCAN
Además, dijo que la institución a su cargo ajustó a la baja la proyección de crecimiento económico a un intervalo de 1.8 a 2.3 por ciento, desde uno de entre 2.0 y 2.5 por ciento.
Esto debido a que “la actividad productiva en el tercer trimestre mostró una desaceleración mayor a la esperada en el informe previo, en buena medida ante los efectos de los sismos de septiembre y la pronunciada contracción de la plataforma petrolera”.
Por otra parte, expresó que la mejor manera en que la política monetaria puede contribuir al crecimiento económico es manteniendo una inflación baja y estable.
Reconoció que la elevada inflación general por encima del 6.0 por ciento, así como la subyacente y la alta expectativa de inflación para el largo plazo continúan siendo un factor de preocupación para el banco central.
Carstens advirtió que de no haber un resultado satisfactorio en la negociación del TLCAN, el tipo de cambio real se depreciaría y esto constituye un factor de riesgo a la baja para el crecimiento y de peligro al alza para la inflación.
Sin embargo, dijo que las ventajas para los tres países de llegar a una modernización del tratado son incuestionables, por lo que confió en que se llegue a un buen acuerdo.
Fuente: Dineroenimagen