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    viernes, 24 de noviembre de 2017

    Carstens: necesita México respuestas de fondo, no fáciles.



    En México existe una gran premura de mejorar la situación de la gran mayoría de la población, pero no conviene buscar respuestas fáciles, sino de fondo, planteó Agustín Carstens Carstens, en la última conferencia de prensa que ofreció como gobernador del Banco de México (BdeM). Hay que hacer las cosas bien, de manera sostenible para no tener que empezar de nuevo, sostuvo.

    En políticas públicas, lo aconsejable es ir con calma, de manera pensada pero en la dirección correcta, expuso Carstens. Es importante que sigamos siendo muy persistentes en garantizar la estabilidad macroeconómica, sobre todo en los próximos meses, afirmó.

    Carstens anunció una baja en la previsión de crecimiento de la economía mexicana para este año, que ahora situó en un rango de 1.8 a 2.3 por ciento, dos décimas menos que el pronóstico previo, puesto que la actividad se vio afectada por los sismos y huracanes de septiembre, así como por la baja en la producción de crudo. Adelantó que la tendencia a la baja de la inflación probablemente sea más lenta, en parte por el efecto del alza en los precios de energéticos y, particularmente, del gas LP.

    En la presentación del Informe trimestral junio-septiembre 2017, Carstens mencionó que el balance de riesgos para el crecimiento se ha deteriorado y se encuentra sesgado a la baja. Uno de los señalados tiene que ver con el proceso de renovación de la Presidencia el próximo año, que puede generar volatilidad en los mercados financieros nacionales, de manera que el entorno de incertidumbre incida adversamente en la evolución del gasto privado. Otros riesgos son que la inseguridad pública se torne en un factor más relevante como determinante de la actividad productiva, y que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte no sea favorable para el sector productivo mexicano o que incluso resulte en su cancelación.

    En cuanto a la inflación, mencionó que los riesgos de un nivel mayor de precios también son mayores respecto de los previstos hace tres meses.

    La inflación ha alcanzado un máximo y mostrado cierta tendencia a la baja. Hacia el resto del año, esta tendencia posiblemente sea más lenta y eso se notará de manera mucho más frontal el año entrante, porque hemos recibido choques adicionales a la inflación, dijo.

    El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ayer al presentar su último informeFoto Jesús Villaseca

    El hecho que más nos tiene preocupados, apuntó, es que no se observa una menor inflación no subyacente, que es la relacionada con los precios de los energéticos, tarifas del gobierno y productos agropecuarios. El incremento en el precio del gas LP (de uso doméstico) ha sido un factor muy importante en que la inflación no subyacente no caiga con la velocidad, esperada, agregó. También, añadió, en frutas y verduras se han dado variaciones de precio que siguen siendo altas desde el punto de vista histórico.

    En este sentido, anticipó que la inflación general –ahora de 6.3 por ciento anual– se acercará al objetivo de 3 por ciento hacia el cuarto trimestre de 2018 y no en el tercero, como el propio banco central había previsto.

    Efecto en la inflación del alza al salario mínimo

    El incremento al salario mínimo, anunciado ayer y que estará vigente a partir de diciembre, podría generar presiones inflacionarias al cierre del año, dijo Carstens.

    Hay que considerar que la noticia de ayer de alza a los salarios mínimos, en un entorno de gran creación de empleo, es una cifra significativa. Dado que el incremento inicia en diciembre, podría generar presiones inflacionarias de aquí al cierre de año, pero no cambia la perspectiva de desinflación para el año entrante, añadió.

    El martes pasado fue anunciada un alza en el salario mínimo, que pasará en diciembre de 80.04 a 88.36 pesos diarios.

    Carstens consideró que el incremento al minisalario fue prudente en el sentido de que permitirá una recuperación en el poder de compra y, por otro lado, no interrumpe el proceso de reducción de la inflacion, que en estos momentos está claramente por arriba de 6 por ciento.

    Lograr una combinación de incrementos reales en el salario mínimo en un contexto de reducción de la inflación es importante y lo que se logró en esta negociación fue bastante positivo en ese sentido.

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